En el poker, el sentido común es un arma poderosa y escasa. Cuando comenzamos a obtener resultados es muy fácil dejarse dominar por el ego y que perdamos el punto de vista adecuado para seguir progresando como jugadores.
Todos conocemos gente que tiene mucho ego y tiende a sobrevalorarse. En el mundo del poker el ratio es mucho mayor llegando a ser algo muy normal que unos cuantos de nuestros conocidos tengan un ego estratosférico. Incluso me aventuraría a afirmar que alguno de ellos, en algún momento de su carrera, ha quebrado o han perdido al menos el 50% de su bankroll en un breve lapso de tiempo.
¿Por qué pasa esto?
Esta es la típica cadena de acciones que provoca el ego:
La rueda del Ego
¿Entonces qué hacemos, pasamos a pensar que somos los peores?
Por supuesto que no.
Si empezásemos a pensar que somos malos jugadores esto afectaría a nuestra autoestima, nos haría dudar sobre nuestro juego, tomaríamos peores decisiones y empezaríamos a perder dinero.
El ego tiene una parte muy buena y es que nos ayuda a superarnos.
Al creernos mejor de lo que somos tendemos a enfrentarnos cada vez a retos más difíciles de alcanzar. El problema es que si no tenemos cuidado puede pasarnos lo representado en el gráfico de arriba.
¿Como podemos beneficiarnos de tener un ego grande sin sufrir sus consecuencias negativas?
Con sentido común.
El sentido común es algo tan escaso que en realidad se debería llamar sentido infrecuente. Es lo que hará que nuestro ego hinchado por habernos pasado meses ganando en las mesas y con ganas de hacer locuras, no se descontrole y tome decisiones por nosotros.
